Y esta soy yo.

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Secuestrar libros de estanterías ajenas y aullarle a la luna nueva (como aficiones). Hecha de carbón. Criadora de dragones y chochas de agua. Mi amor por Uve supera al que le tengo a las estrellas.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Dulcinea.

¿Dónde estará Dulcinea? Quizá halla acabado en alguno de esos bares que frecuentábamos los sábados por la noche. O, a lo mejor, se ha quedado sentada en aquel viejo banco de piedra del parque, el que se ponía tan frío en invierno. Puede, solo puede, que se halla quedado en la tienda más chiquitita de la plaza más grande de toda la ciudad. Esa tienda en la que le compré los pendientes de pluma negra. Esos que tanto le gustaban. Aún recuerdo el día en que se los compré. Aquella tarde gris y ese olor a lluvia, que se entremezclaba con el de ella. Su perfume. Único e inolvidable. ¿Y qué ha sido de ella? ¡Dime! ¿Qué ha sido de Dulcinea?

¡Hola, lapicitos! (?) Tenía que deciros que esta historia a lo mejor la sigo, porque... ¡Me gusta! Va, un beso^^

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